miércoles, 12 de mayo de 2010

Eternidad

Estoy aprendiendo a dedicar tiempo a lo eterno. Es una cuestion de principios cristianos, no tiene que ver con ir a la Iglesia, con la coinonía, ni siquiera en la creencia que podamos tener de Dios. Tiene que ver con aplicar principios establecidos y ver el resultado que dan, aplicarlos cual cálculo matemático esperando ver el resultado esperado, sólo que este resultado lleva un plus. Y todas estas ganas las despertó Loida con una pregunta, el viernes por la noche tuvimos tiempo de hablar un rato y ponernos al día, aunque cansadas, nos dedicamos un tiempo. Y entre la conversación me dijo ¿pero estás a gusto como estás? y mi cara reflejó un Bueeeeeeeeeeeeeno... Y sin decir que no, ella lo interpretó perfectamente, y fué cuando dijo la siguiente frase perfectamente empleada, "Ro, tenemos que dedicarnos a lo eterno." Y me dejó con esa frase todo el fin de semana, y estoy a Miercoles y sigo con ella en la cabeza.
Santander marca etapas mias, sin lugar a duda. A veces según llego, tengo la certeza de que venirme a Madrid fué lo mejor, y otras, la miro con cariño y añoro. Y eso hace que me detenga y piense. Y en ello estoy. Por que no estoy segura que sea Santander mi destino de cambio, pero sí que estoy considerando un nuevo destino, mi tiempo en Madrid está llegando a su fin. Lo sé. No solo por lo profético que me persigue, sino por lo misionero. No sirvo para estar asentada en una ciudad que no me ofrece nada desafiante, necesito retos, los esperé de Madrid y poco me ha ofrecido, y creo que un margen de 4 años es suficiente. Sobretodo por que me estoy secando como una flor marchita, y no me lo puedo permitir. Vuelvo a ponerme bajo el abrigo del Sol =)

No hay comentarios:

Publicar un comentario